O "tomarse el olivo" significan "huir". Hay varias explicaciones para el término, pero el origen inmediato parece ser taurino. Los criaderos de toros en España estaban rodeados de olivares, y cuando algún animal escapaba todas las personas cercanas corrían hacia las plantaciones para subirse a un árbol y alejarse del animal. Por ese motivo, en las plazas de toros hay una barrera de protección donde se pueden refugiar los toreros y es llamada "el olivo". La frase completa sería "tomárselas para el lado del olivo".